14 septiembre 2008

UN OVNI DEL QUATTROCENTO


Según la ufología, o como se le llame al estudio del fenómeno OVNI, el primer avistamiento de una de estas naves se produjo en junio de 1947 cuando el norteamericano Keneth Arnold divisó una flota que volaba junto a su avioneta en el estado de Washington. La difusión que siguió a este acontecimiento en el mundo entero hizo que la promoción del hecho se estableciera como el inicio de lo que se denomina “La era OVNI”.

Sin embargo no fue el primer avistamiento que se produjo. En los años anteriores a Arnold, se sucedieron en el mundo entero fenómenos similares, que se cuentan en diferentes crónicas de medios, sólo que no tuvieron la promoción suficiente para que se tornasen interesantes a nivel mundial. Incluso hay investigadores del fenómeno que sostienen que la visita de este tipo de naves a nuestro planeta se viene produciendo desde hace miles de años. Para esto toman como referencia ciertos pasajes bíblicos e incluso relatos de otros libros antiguos.

En este sentido es revelador observar con detenimiento un cuadro pintado en el siglo XV por el artista del quattrocento Filippo Lippi, titulado “Retrato de la Virgen con el niño Jesús y San Juan”.

El cuadro es una representación en la que se ve a la Virgen María rezando inclinada hacia los dos pequeños, Jesús y San Juan. Detrás de ella, de fondo, un río serpentea hasta alcanzar las aguas del mar. Y sobre el horizonte, parado sobre la costa, se ve la silueta de un hombre y de su perro que observan con detenimiento los cielos, donde se puede ver con claridad la extraña figura de un objeto resplandeciente, con cierta forma oval, que desprende rayos de luces y que parece tener una hilera de ventanas en su parte superior.

Los investigadores afirman sin dudas que se trata de la pintura de un OVNI. Y no parece ser una conjetura descabellada.



Las imágenes son más eficaces que las palabras. El hombre observa con su perro hacia la figura, por lo que no se trata de una mancha, o una incorporación posterior. Además está pintada con cuidado, con trazos finos, mostrando lo que serían las ventanas, y las luces que se desprenden del mismo, por lo que tampoco se trata de una figura recreada por azar.

Esta ahí, es clara, y cuenta una historia. Tal vez la historia de un OVNI, pero no en la historia moderna, sino un OVNI del quattrocento.

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