Humanismo... ahora te entiendo

LA LEY NEURONAL

Hace algún tiempo, cuando realizaba mis estudios universitarios, conocí -o mejor, escuché algo- del humanismo. Ahora la experiencia me ha llevado a trabajar en un sitio donde la educación sigue estos principios.

Como dice el título de este artículo, hasta ahora lo entiendo. 

La educación humanista se me ha revelado de forma casual y me ha mostrado un sin fin de caminos que, confieso, desconocía. El cambio de una educación tradicional, con jefes tradicionales y con ambientes tradicionales, a un espacio vital que respira energía humana, ha sido drástico en mi experiencia personal. 

Comienzo por definir el cambio en cuanto a las cosas tangibles o más fácilmente perceptibles de la educación humanista: 

- Los horarios no son iguales dos días seguidos. Es decir, si hoy tienes descanso a las 10.30, mañana fácilmente puedes salir a las 9.30... Un cambio que no dice mucho pero que a un docente a la antigua, le puede crear crisis emocionales (felizmente no es mi caso).

- Los estudiantes van de un espacio a otro, dependiendo de las clases que estén viendo. Es decir, no hay salón de Octavo grado, pero los chicos de octavo van al salón de inglés o matemáticas, según su horario.

- Las calificaciones van más allá de la ambigüedad de las letras y los números (Es la parte que más extraño) dando a los estudiantes un complejo párrafo de dificultades, oportunidades y fortalezas (casi una matriz DOFA por cada uno), que sin lugar a dudas, los lleva más al concepto de personas aprendiendo y enseñando (bajo el principio de la retroalimentación) que a alumnos que sin pastor, estarían descarriados.

Son solo algunos aspectos, dentro de los más notorios, pero existen muchas más cosas como el trato profesor-estudiante, los procesos de aprendizaje, los procesos de superación de dificultades, etc... 

Pero eso será para una próxima.