¿Es el vidrio en realidad un líquido?

Existe el mito científico no muy difundido, pero tangible de que el vidrio es un líquido, y que si se espera el suficiente tiempo los vidrios de la catedrales se desparramarán por el suelo como si se tratase de mayonesa. Aclaremos que estamos hablando del más común de los vidrios, el que usamos en nuestras ventanas y en las botellas, fabricado a base de arena, cal y ceniza.

Pero la clave para contestar la pregunta de si es el vidrio es un líquido, está en la palabra viscosidad, un concepto tan repulsivo como científico.

En física se llama viscosidad al rozamiento entre las molécula de un cuerpo y a la resistencia para cambiar de forma que este rozamiento produce. La diferencia de viscosidad es lo que hace que uno pueda desplazarse en una piscina llena de agua pero no en unas arenas movedizas.

Así que un objeto será considerado sólido o líquido dependiendo del grado de viscosidad. Pero para complicar más la cuestión está la temperatura, ya que la viscosidad varía según la temperatura. Si la temperatura es muy baja la viscosidad del agua aumentará y esta dejará de ser un líquido y se convertirá en hielo.

Pero el vidrio es un caso especial, ya que el factor tiempo también es una variable importante. El agua (líquida) adopta la forma del recipiente que la contiene en un determinado lapso de tiempo, pero, por ejemplo, la miel tarda más tiempo en variar su forma que el agua, y una sustancia viscosa (en la acepción popular del término) demorará aún más tiempo. Lo mismo sucede con el vidrio, pero estas variaciones tardan mucho más tiempo.

Aclaremos que esto es en la teoría, ya que el lapso para que el vidrio se desparrame por las iglesias más antiguas del mundo, según se ha calculado no se puede medir en años, ni en siglos, sino en millones de años (y por lo tanto nadie ha tenido “tiempo” de comprobar esto de forma directa).

Así que, mientras esperamos que esto suceda hay margen para que la física y la química hagan nuevos y asombrosos descubrimientos. Y también para que formulen nuevas teorías que expliquen de una manera mejor o más simple estas curiosas propiedades del vidrio.