El tono de voz como reclamo sexual

“En el fondo somos animales”, ésa es la conclusión a la que se podría llegar cuando vemos noticias con investigaciones científicas como esta. (Investigación científicas que a veces descubren lo que la cultura popular de la calle sabe desde siempre).

Mucho se especula sobre las variable que influyen en hombres y mujeres a la hora de elegir pareja sexual. Por ejemplo, se dice que los hombres prefieren mujeres con senos grandes porque inconscientemente “ven” en ellas una mejor fuente de alimento para sus futuros hijos.

Lo mismo sucede con las mujeres que preferirían a los hombres exitosos (en alguna acepción de la palabra) porque los reconocen como más fuertes, más hábiles para sobrevivir y por lo tanto más aptos para continuar la especie.

Ahora, recientes estudios confirman que la voz es otro factores que influye a la hora de elegir pareja. Un grupo de científicos de la Universidad de California (Estados Unidos) ha descubierto que la voz de las mujeres cambia de acuerdo al ciclo ovulatorio. Estos cambios en la voz hacen que la mujer tenga un tono más agudo a medida que se acerca el momento en que las condiciones para la fecundación son óptimas. Y al parecer los hombres registran estos cambios, lo que redundan en un mecanismo de atracción sexual que, claro está, asegura la supervivencia de la especie.

Para llegar a esta conclusión los científicos de la Universidad de California pidieron a 69 mujeres que hicieran una grabación de su voz en diferentes días de su ciclo. Y luego, analizando esas grabaciones pudieron establecer la conclusión antes señalada.

Claro que, la inversa también es válida: hace un tiempo otro estudio científico había llegado a la conclusión que las mujeres prefieren a los hombres con voz grave. Y no sólo eso, sino que en promedio los hombres de voz grave tienen más hijos que los que poseen voces más agudas. La explicación científica (que no deja de ser un eufemismo) para esto último estaría basada en que en la voz grave de los hombres, la mujeres ven, inconscientemente, a un hombre más masculino, más saludable y hasta a un mejor compañero sexual.