Miedo a la influenza política

Un estado sin enemigos reales o imaginarios, es un estado débil, pues el estado necesita de enemigos para que la población tenga miedo.

Miedo del latín (METUS) significa una perturbación angustiosa del animo del individuo, por un percepción de riesgo de daño real o imaginario, implica un recelo o aprensión del individuo de que le suceda algo contrario a lo que desea; algunas veces es sinónimo de temor, horror, fobia, temor o pánico, aunque estos sean proporcionalmente diferentes. El miedo se encuentra dentro de cada ser humano y es un sinónimo de supervivencia, es una advertencia emocional.

El miedo da forma al vínculo político. En la actualidad el miedo condiciona el comportamiento de los seres humanos, es utilizado para alcanzar ciertos propósitos, algunas veces perversos en las democracias modernas.

Ya lo comentó el señor Espino: Felipe ha influido en las candidaturas del PAN.

Un estado sin enemigos reales o imaginarios, es un estado débil, pues el estado necesita de enemigos para que la población tenga miedo, mientras que el estado tenga enemigos, la población vivirá con miedo y si la sociedad tiene miedo el Estado está a salvo. Vemos entonces que la política es un campo propicio para inculcar miedo en la sociedad y aprovecharse de éste para desarrollar mejores estrategias de combate electoral; el miedo ha sido utilizado en las pasadas campañas políticas nacionales, hoy aparece también, para formar parte de un nueva estrategia de campaña.

Se trata de convencer a las multitudes de que los actuales miembros del poder si pueden controlar y brindar seguridad y orden y los anteriores gobiernos representaban un riesgo para el país.

En el mundo actual, gobiernos de derecha, de izquierda y centro lo han utilizado.

Estados Unidos utilizó esta estrategia electoral precisamente aprovechando su poderío con la invasión de Irak y utilizando la artimaña de los atentados de las Torres Gemelas, donde posteriormente se descubrió que todo fue una mentira del tamaño de la estatua de la Libertad. En la actualidad parece ser un campo propicio en México, porque con la llegada del PAN el estado mexicano ha implementado todo tipo de estrategias para estar mejor posicionado, pero tal pareciera que le han arrojado a los demonios y estos en lugar de apaciguarse pareciera que lo único que desean es que arda nuestra Nación y todo les ha salido mal.

Ahora con lo que nos está pasando con el brote de la influenza, pareciera una perversidad de los actuales miembros del gabinete presidencial, quienes han logrado venderle la idea del miedo y con esto tratar de aparecer mejor posicionados en la siguiente contienda electoral, haciendo creer a los mexicanos que son los salvadores de esta nueva epidemia que cercena a nuestros compatriotas ya que resulta muy extraño que los miembros del gabinete no se hayan dado cuenta de esta epidemia, si acaso la tenemos en puerta.

Ahora bien, estimado lector, si usted es una persona que sigue de cerca el entorno político, en el pasado ya se utilizó esta estrategia y precisamente fue la que le dejó buenos dividendos a Felipe Calderón y sus estrategas electorales, misma estrategia que puede ser utilizada con esta pandemia del virus porcino, aunque no te infecten los puercos, si debemos de tener cuidado de ser infectados por los nuevos marranos de la democracia moderna y que al final nos digan, perdón pueblo de México, realmente no era tan grave y logramos controlar esta fiebre que pudo haber sido mundial, para quedar como los salvadores y redentores de nuestra patria y con esta estrategia subir un poco a la tribuna por la posible próxima derrota electoral.

Bien dijo: Nicolás Maquiavelo: “El fin justifica los medios”. Esperemos que todo no se convierta en una vil mentira.